jueves, 3 de mayo de 2007

La importancia de la reescritura.

Habia un ciego sentado en un andén de París con una gorra a sus pies y un pedazo de madera escrita con tiza blanca: "Por favor ayúdeme soy ciego".
Un publicista del área creativa que pasaba enfrente de él, paró y vió una pocas monedas en la gorra.

Sin pedir permiso, cogió el letrero, lo volteó, tomó la tiza, y escribió otro anuncio, volvió a colocar el pedazo de madera a los pies del ciego y se fué.

Al caer la tarde, el publicista volvió a pasar enfrente del ciego que pedia limosna. Su gorra, ahora, estaba llena de notas y monedas.

El ciego reconoció las pisadas del publicista y le preguntó si habia sido él quien reescribiera el letrero, sobretodo queriendo saber lo que habia escrito.

El publicista respondió: "nada que no esté de acuerdo con su anuncio, pero con otras palabras" y sonriendo continuó su camino.

El ciego nunca supo lo que estaba escrito, pero su nuevo letrero decia:" Hoy es primavera en París y yo no puedo verla".

3 comentarios:

lavueltica dijo...

...meses después el creativo protagonizó la portada de la revista Zero.

Anónimo dijo...

Bonita historia, no la conocía!
Ale javi ya no puedes decirme nada porque ya te he escrito algo eeee
sorry x tardar...me encanta tu blog!!
MUAK!

tenacitas dijo...

Laura, laura, laura... yo tanto tiempo esperandote y tu vas y NO PONES EL PUTO APELLIDO!!! serás monri, serás lana, serás berro, serás quien te de la gana pero yo eso nunca lo sabre. Buuuuuua buuuuua